Entiendo los edificios como artefactos que deben evolucionar durante su ciclo de vida, desarrollarse y adaptarse. Sin embargo esta idea no está demasiado aceptada por los propietarios de las viviendas y muy poco entre los administradores de fincas. Somos capaces de entender que un coche, un electrodoméstico, cualquier máquina, requiere de mantenimiento y renovación y que puede llegar a quedarse obsoleta. En cambio tendemos a pensar en los edificios como algo que se modifica poco en el tiempo; y un edificio de viviendas es mucho más que fachadas y cubiertas. Introducir cambios energéticos en una Comunidad de Propietarios es un proceso muy difícil de arrancar, donde los agentes intervinientes más cercanos a los propietarios generalmente no comparten esta visión. Es aquí donde la iniciativa IAZero va actuar. Viene a facilitar a los responsables de la gestión energética del edificio residencial una hoja de ruta que ayude a iniciar procesos de cambio, facilitándoles herramientas.
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